El Gobierno empeora su previsión de crecimiento. La vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha rebajado al 6,5% la predicción de crecimiento del PIB. Sin embargo, ha trasladado parte de la mejora prevista para este 2021 al año 2022 para fijarla en un 7%.

Se espera que para el año próximo se haya recuperado el nivel de PIB de antes de la pandemia y que los próximos años se mantenga esta tendencia expansiva en cuanto a recuperación económica se refiere. Así, para 2023 se espera una estabilización del indicador con una tasa de crecimiento superior al 3,5%, y para 2024, de un 2%.

Así lo ha confirmado la propia ministra en una rueda de prensa para presentar los datos que se enviará a Europa para su análisis y evaluación. Calviño ha comentado que "de este modo, la recuperación se atrasa un trimestre, si bien el saldo global de crecimiento previsto para 2021-2022 se mantiene confirmándose el patrón de V asimétrica que venimos augurando desde el año pasado".

Cuatro ejes

Tal y como ha avanzado el Gobierno en estos últimos meses la evolución económica queda marcada por cuatro factores: el proceso de vacunación; la evolución del sector exterior; el apoyo al tejido productivo para evitar una recesión estructural de la pandemia en la economía y el empleo; y el despliegue del Plan de Recuperación.

La previsión del Gobierno es que para el verano ya se encuentre vacunada un 70% de la población. Por otra parte, se espera que el sector exterior ayude: este último año ha tenido un impacto menor fruto de la pandemia, cuyos efectos se notarán también en el crecimiento de la Eurozona.

Las ayudas y medidas de apoyo al tejido productivo y al empleo prevén un menor impacto en la economía y se traducirá en una mayor solvencia por parte de las empresas. En esta misma línea, Calviño vaticina una bajada de la tasa de desempleo fijándola en 15,2% frente al 16,9% fijado anteriormente.

Finalmente, el Plan de Recuperación permitirá diseñar y ejecutar un plan de inversiones para transformar la economía nacional. Esta medida se antoja como clave puesto que asegura una mayor inversión pública que en períodos de recisión anteriores.