El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha señalado que "en general" aumentar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) suele tener un efecto negativo sobre el empleo y afecta especialmente a los colectivos con menor formación.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, Hernández de Cos ha repasado el estudio de las subidas del SMI de 2017 y 2018, aunque ha eludido referirse directamente a la anunciada por el Gobierno para el próximo año. El gobernador ha indicado que, "en general", el aumento del Salario Mínimo Interprofesional tiene un efecto negativo y limitado sobre el volumen de empleo total de la economía, con un especial impacto en la probabilidad de perder el empleo en determinados colectivos.

En concreto, se ha referido a los jóvenes y mayores con menor formación, que tienen una productividad por debajo de la media y cuya tasa de paro "es aún muy elevada". A preguntas de los diputados, Hernández de Cos ha señalado que si se extrapolan los resultados de los estudios de las subidas de 2017 y 2018, la subida del salario mínimo a 900 euros el próximo año supondría la pérdida del 0,8% del empleo.

Sin embargo, ha puntualizado que el aumento del salario mínimo previsto es "mucho más significativo" que en años anteriores y "es razonable pensar" que el impacto "no sea lineal". En cualquier caso, ha instado a estudiar el "colectivo afectado" por la medida, ya que la mitad de ellos tienen contratos temporales y también la mitad trabaja en empresas pequeñas, de menos de diez trabajadores.

Con el objetivo de evitar la pérdida de empleo y un aumento de la desigualdad, Hernández de Cos ha abogado porque los incrementos del SMI se diseñen "teniendo en cuenta la productividad de los trabajadores afectados y su grado de empleabilidad".