La época dorada del iPhone parece estar llegando a su fin. Así lo piensan los inversores, que el jueves provocaron el hundimiento en bolsa de Apple, que ha perdido casi un 40% de su valor en tres meses. Los expertos creen que la gente cada vez tarda más en renovar su teléfono móvil y que la política de iPhones a 1.000 euros no está funcionando.
La compañía ha admitido que las ventas de su producto estrella, el teléfono iPhone, han sido más bajas de lo previsto en el ultimo trimestre. En cuestión de minutos, sus acciones se han desplomado en el inicio de año más negro para la compañía.
La compañía culpa a la desaceleración de la economía china y a la caída del consumo mundial.
"Estamos atendiendo a una guerra comercial entre EEUU y China. Por otro lado, la competencia de las marcas chinas es muy importante", afirma Ana Isabel Jiménez, profesora de Marketing e Innovación de la UOC.
Sin embargo, el problema estaría a pie de calle: los usuarios alargan la vida de sus terminales y compran menos.
Además, desde la presentación del primer iPhone hasta el último, hace solo unos meses, el modelo de venta de Apple ha cambiado. Los teléfonos son más grandes, más rápidos y mucho más caros.
En 2007 costaba unos 450 euros hacerse con un iPhone. Más tarde subió a 600 en 2014, pero comprarlo ahora son más de 1.000 euros. Teniendo en cuenta que ahora mismo otras marcas ofrecen prestaciones similares por la mitad de dinero.
"Es probable que alguien que tiene un iPhone sienta menos necesidad de cambio por otro iPhone más caro: la pantalla sigue siendo grande y el teléfono sigue siendo rápido", afirma Eduardo Arcos, CEO de Hipertextual.
Si en agosto Apple se convirtió en la compañía más grande del mundo por cotización, desde octubre ha ido cuesta abajo. Ha perdido un 40% de su valor en bolsa. Incluso en noviembre dejó de hacer públicos sus datos de ventas de teléfonos. Un punto de inflexión que marcaría el final del reinado mundial de los iPhone.
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