El déficit del conjunto de las administraciones públicas se situó en 2020 en 113.172 millones de euros, el 10,09 % del PIB, con lo que multiplica casi por cuatro el dato de 2019 (2,86 % del PIB) y alcanza el nivel más alto desde 2009 (11,06 % del PIB).

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha presentado este lunes los datos de ejecución presupuestaria de 2020, un año marcado por la pandemia, cuyos efectos han disparado los gastos y menguado los ingresos.

Aun así, la titular de Hacienda afirma que el dato de cierre de déficit público es "mejor que el previsto": "Se sitúa por debajo del objetivo que España comprometió con Bruselas. España cerró con un 10% del PIB, una cifra sensiblemente por debajo del 11,3% que se comunicó", ha expresado.

Según Montero, estos datos permiten al país "ser optimistas con respecto a la recuperación económica", y resalta que la administración central "se ha endeudado para que CCAA tuvieran margen suficiente para que se encargaran de los problemas sanitarios o sociales provocados por la pandemia".

El deterioro de las cuentas es un "reflejo" de las ayudas

Durante su comparecencia, Montero ha aseverado que 9 de cada 10 euros provenientes del incremento económico se destinaron a ERTES, incapacidad por coronavirus o refuerzos educativos de las CCAA.

Así, para la ministra, el "deterioro" de las cuentas públicas supone un "reflejo claro de que este Gobierno se ha comprometido con los ciudadanos y con el tejido productivo".

Montero cifra el gasto público de la pandemia en 44.907 millones, que ha sido asumida principalmente por el Estado (40.443 millones de euros) a través de compra de material sanitario (1.197 millones), transferencias a las comunidades autónomas (entre ellas 16.000 millones del Fondo Covid) y transferencias a los Fondos de la Seguridad Social (22.357 millones de euros).