El Gobierno no cree que el encarecimiento de la energía sea la razón de Alcoa para cerrar las plantas de Avilés y A Coruña. "Habrá que ver exactamente cuáles son los motivos detrás de esta decisión", se ha limitado a señalar la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Dice que la compañía es una de las grandes beneficiadas de las subastas de ininterrumpibilidad. Es decir, el dinero que reciben las empresas que usan enormes cantidades de energía. El anterior Gobierno cambió la ley y las empresas ahora reciben mucho menos dinero. "Ahora piden una subvención de los Presupuestos; no les vale el descuento", ha apuntado el director de Próxima Energía, Jorge Morales de Labra.

Los representantes de los trabajadores critican las declaraciones de la ministra y le piden soluciones urgentes. "Parece que desconoce que el precio de la tarifa energética en España es superior al del resto de Europa", ha criticado Sergio Sobrido, presidente del Comité de Empresa de Alcoa, en declaraciones a Antena 3 Noticias.

Además del precio de la energía, la empresa dice que las fábricas se han quedado antiguas. Pero, para los trabajadores, es la empresa la que ha dejado de invertir. "Las instalaciones llevan 50 años igual y está saliendo aluminio", ha asegurado una de las empleadas, Gema Arribas.

Sobrevuela el fantasma de la deslocalización a China y los antecedentes: es la tercera vez que la empresa amaga con cerrar, y siempre cerca de la negociación de la subasta. "Utilizan a los trabajadores como moneda de cambio para recibir ayudas", ha lamentado Miguel Conde, miembro del Comité de Empresa de Alcoa. De momento, el Ministerio de Industria ya ha convocado una reunión para la próxima semana.