El canal de Panamá es un proyecto faraónico, se ha excavado el equivalente a 3.000 campos de fútbol y utilizado una cantidad de acero con el que podrían construirse 22 torres Eiffel.

Las cifras, impresionan, también la del coste del proyecto: 5.000 millones de euros, es decir, 2.000 millones más de lo presupuestado inicialmente.

Desde Sacyr justifican lo gastado por la complejidad del proyecto. Aseguran que con esta obra Sacyr ha demostrado su buen hacer.

Son tres pares de nuevas esclusas construidas en paralelo al antiguo Canal y permitirán el paso de buques el triple de grandes de los que hasta ahora podían cruzar del Atlántico al Pacífico.

Para la ministra de Fomento el nuevo Canal es una magnífica carta de presentación para España. No cree que el sobrecoste y el retraso en la entrega puedan perjudicar a las empresas españolas a la hora de competir por nuevos contratos.

Ahora será un tribunal de arbitraje el que decida si Panamá debe pagar ese sobrecoste. Dependiendo del veredicto Sacyr podría incluso perder dinero con el proyecto.

La mayor obra de ingeniería civil del siglo se podría convertir, también, en la primera en ser deficitaria.