La deuda pública cerró 2022 con la mayor reducción de las últimas décadas: pasó de representar el 118,3% del producto interior bruto (PIB) en 2021 al 113,1% a final de año. En total, terminó en 1.502.505 millones de euros.

Este descenso de la deuda pública en términos relativos (comparado con el tamaño de la economía española) se debe, en primer lugar, al crecimiento económico experimentado el año pasado (un 5,5%) y, en segundo, a la mejora de los ingresos públicos. Esto último, gracias al buen comportamiento del empleo y a la inflación.

La deuda pública se incrementó en 75.267 millones a lo largo de 2022, un 0,5 %, y acumuló un aumento de 279.150 millones, un 22,8 %, desde el cierre de 2019, antes del inicio de la pandemia, aunque en diciembre quedó por debajo del máximo histórico de noviembre (1.505.538 millones).

El cierre de la deuda de diciembre avanzado por el Banco de España la sitúa por debajo de la referencia establecida por el Gobierno para el conjunto del ejercicio, que era del 115,2% del PIB.

Desde el Gobierno subrayan que se trata de la mayor reducción del endeudamiento del Estado registrado en la historia reciente y permite cumplir de sobra el objetivo fijado el año pasado y, defienden, se acerca al objetivo para todo 2023 (112,4%). Con respecto a 2020, cuando marcó su máximo con el 120,4%, se ha recortado siete puntos.