No ha querido mostrar su identidad, pero sí su testimonio. Esta mujer y sus seis hermanos tuvieron que renunciar a la herencia de su padre porque arrastraba una deuda de 30.000 euros. No es un caso aislado.

Las renuncias de herencias en España se han multiplicado un 110% en los últimos cinco años. La crisis económica ha provocado que ahora, el legado de los difuntos se haya transformado en hipotecas sin pagar o en préstamos personales. Una losa que se traspasa a hijos, sobrinos o nietos. Y en último término, a los acreedores.

Es difícil conocer exactamente la cuantía real de las deudas. Los hijos de Jesús Gil recibieron un inmenso patrimonio con truco. Un agujero de 100 millones de euros que tienen que devolver al Ayuntamiento de Marbella por un desfalco de su progenitor.

Una opción es aceptar la herencia 'a beneficio de inventario'. Esto permite responder a las deudas sólo con los bienes de la herencia. Es la única forma de no comprometer los bienes del heredero.