Las acciones de Credit Suisse, que habían llegado a caer este miércoles más de un 30% hasta un mínimo histórico de 1,55 francos suizos, recuperaban parte del terreno perdido en el último tramo de la sesión y lograban limitar su desplome a un 24% al cierre de la sesión. La compañía admitió hace unos días fallos en su sistema, pero el golpe definitivo llegó de la mano de su principal accionista, el Banco Nacional Saudí, que se ha negado a poner más dinero.

La entidad, la segunda más grande del país, ha solicitado al Banco Nacional de Suiza (BNS) y la Autoridad Supervisora Suiza de los Mercados Financieros (conocida por las siglas FINMA) una muestra pública de apoyo.Ambos organismos, banco central y regulador financiero del país helvético,por su parte, han asegurado que le facilitarán a Credit Suisse "liquidez si lo necesita". "En caso de ser necesario, el BNS dará liquidez a Credit Suisse", han afirmado ambos organismos.

Además, el BNS ha querido tranquilizar a sus ciudadanos, señalando "que no hay riesgo de contagio directo" por el colapso de Silicon Valley Bank en EEUU.

De su lado, la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, durante una intervención en el Senado del país galo, ha señalado que las dificultades de la entidad se conocen desde hace mucho tiempo, subrayando que este banco no forma parte de la zona euro y, por lo tanto, no está sujeto a la regulación bancaria europea.

Asimismo, agregó que el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, tiene previsto hablar con su homólogo suizo en las próximas horas, aunque subrayó que "el tema es para que lo traten las autoridades suizas".

La negación del Banco Nacional Saudí

Los títulos del segundo mayor prestamista suizo comenzaron su hundimiento en la sesión, después de que el principal accionista de Credit Suisse descartase acudir en ayuda de la entidad con una ampliación de su inversión, que representa el 9,88% del capital social del banco helvético.

"La respuesta es absolutamente no, por muchas razones fuera de la razón más simple, que es regulatoria y estatutaria", dijo el miércoles el presidente del Banco Nacional Saudí, Ammar Al Khudairy, en una entrevista con Bloomberg TV, recogida por Europa Press, al ser cuestionado sobre si la entidad árabe estaba abierta a llevar a cabo más inyecciones de fondos.

"Actualmente poseemos un 9,8% del banco y si vamos por encima del 10% aplicarían nuevas reglas tanto del regulador árabe, del regulador europeo o del regulador suizo y no estamos inclinados a entrar en un nuevo régimen regulatorio", explicó.

Previamente, en una conferencia financiera en Arabia Saudí, el presidente de Credit Suisse, Axel Lehmann, rechazó cualquier idea respecto de la necesidad de asistencia del Gobierno, al afirmar que "no es un tema" para el banco, según recoge Bloomberg.

Asimismo, subrayó que los problemas actuales de la entidad suiza no eran comparables con el reciente colapso de Silicon Valley Bank, particularmente porque los bancos están regulados de manera diferente.

"Tenemos índices de capital sólidos, un balance sólido", dijo Lehmann. "Ya tomamos la medicina", añadió, refiriéndose al extenso programa de reestructuración anunciado en octubre por Credit Suisse.