‘Som Energía’ es una cooperativa de energía renovable. En los últimos meses de 2013 cuando gobierno y eléctricas escenificaban sus desencuentros consiguió hacerse con casi 12.000 socios. “No priorizamos el beneficio económico ante el servicio a nuestros socios y sobretodo el hecho de trabajar exclusivamente con energías renovables” confiesa Marc Roselló, portavoz de la cooperativa.

El objetivo es cambiar el modelo energético y que la energía esté en manos del ciudadano. Gijsbert Huijiuk, socio fundador de la cooperativa, está harto de que cinco empresas se repartan el pastel así que decidió crear su propio huerto solar, ahora teme que le obliguen a pagar un impuesto de compensación a las grandes eléctricas.

Gijsbert se muestra cansado del modelo español: “Parece que España es el único país del mundo donde producir electricidad para autoconsumo es un delito”.

La cooperativa Goiener ha duplicado el número de socios en el último semestre. Con placas solares generan energías pero no tantas como consumen, su objetivo es poder autoabastecerse. “Cuando está en manos de los mercados y cuando está en manos del poder público pero que está en convivencia con los grandes poderes estamos saliendo perdiendo todos los ciudadanos” afirma Santiago Ochoa, director de la cooperativa.

La cancelación de primas a las renovables dificulta la creación de nuevos proyectos energéticos en los que los ciudadanos deciden el modelo de lo que les conviene.