Los contratos de formación para jóvenes de entre 16 y 30 años propuestos por el Gobierno para aumentar la contratación de los jóvenes, se ha duplicado en los dos últimos años. Con esta medida, las empresas no pagan la seguridad social del joven contratado a cambio de enseñarle un oficio.
Desde su aprobación en 2012, se ha pasado de 28.000 contratos en este año a más de 80.000 en el actual, pero a pesar de las cifras, los sindicatos denuncian que nadie los vigila y que se ha convertido en un mero ahorro para las empresas.