La contratación cerrará este año en cifras que no se veían desde la anterior crisis, con alrededor de 16 millones de contratos firmados tras "esfumarse" unos seis millones de acuerdos laborales por la pandemia. Este es el mayor retroceso anual de la serie que contiene datos desde el año 2000.

Hasta noviembre, de cuando se disponen las últimas cifras publicadas, se habían firmado en España 14,5 millones de contratos frente a los 20,7 millones del mismo periodo de 2019, un descenso del 30 % que refleja el impacto de la pandemia del COVID-19 en el mercado laboral español, según los datos publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Tomando para diciembre como referencia las cifras y el descenso de noviembre, 2020 terminará con unos 16 millones de acuerdos laborales firmados, un desplome del 28 % frente a los 22,5 millones de 2019 y la menor cifra desde 2014.

Seis millones de contratos menos que en 2019

En cifras absolutas serían seis millones de contratos menos que en 2019, año que termino con récord en volumen de acuerdos laborales tras enlazar siete años, desde 2012 con la inclusión de las empleadas de hogar, de incrementos anuales.

Las cifras de 2020 se situarían en niveles similares a los de 2008, que cerró con 16,6 millones de contratos, o de 2014 cuando volvieron a recuperarse esas cifras tras bajar al entorno de los 14 millones en los años más duros de la anterior crisis económica.

En esos años la contratación perdía, o recuperaba, alrededor de 2 millones de acuerdos, lejos de las cifras de este año. En los meses más duros del confinamiento, entre marzo y junio, el número de acuerdos firmados se redujo a la mitad hasta totalizar 3,9 millones de contratos, un descenso que se fue moderando en los siguientes meses pero que ha seguido acusando el fuerte parón de la actividad, especialmente en hostelería y turismo.

Temporalidad y rotación

La pandemia ha roto así la senda de incrementos de los últimos años, reflejo de la recuperación del mercado laboral pero también del elevado peso de la temporalidad y la alta rotación.

Así, cada mes, el 90 % de los contratos que se firman en España son temporales y, de ellos, alrededor del 25 % no llegan a la semana de duración. Las características del tejido productivo español, con un elevado peso de los servicios, así como un modelo laboral en el que persisten elementos de precariedad están detrás de estas cifras de contratación, temporalidad y alta rotación, un aspecto en el que el Gobierno quiere tomar medidas.

Según ha avanzado estas semanas el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, el Gobierno trabaja en una nueva medida para penalizar el uso indebido de estos contratos de muy corta duración. "Es una practica intolerable, que no debe aceptarse", criticó Escrivá, quien también emplazó a las Administraciones Públicas a trabajar para reducir la elevada temporalidad en sectores como educación o sanidad.