La cesta de la compra es un gasto común en todas las familias y, tras la partida destinada a la vivienda, se trata del mayor gasto en el hogar, según la Encuesta de Presupuestos Familiares publicada por el INE. Cada hogar dedica a una media de 4.241 euros al año a comprar comida y bebida.
Dada la magnitud de este gasto, siguiendo unos pocos consejos podremos notar cómo a la larga obtenemos un ahorro en nuestros bolsillos.
1. Compara supermercados y elige el mejor nivel de precios. Según datos de la OCU, solo comprando en las tiendas o cadenas con mejores precios de tu zona el ahorro anual puede llegar a los 900 euros. Cada uno puede hacer una comparativa rápida en los establecimientos cercanos a su vivienda, aunque la OCU ofrece un ránking elaborado con un estudio de 2018. La cadena más barata es la andaluza Dani y a nivel nacional destacan Alcampo, Mercadona y Carrefour. Por el contrario, los establecimientos más caros son Sánchez Romero, Ulabox y Suma.
2. Mira siempre el precio por kilo. Parece una regla sencilla, pero en ocasiones la pasamos por alto. En muchas ocasiones vemos que nuestro supermercado ofrece packs familiares u ofertas de 2x1 por ejemplo, pero si atendemos al sencillo detalle del precio por kilo podremos huir de promociones engañosas.
También hay que analizar si la cantidad que vamos a comprar es la que vayamos a consumir, porque en ocasiones estos packs pueden acabar superando la fecha de caducidad, y por tanto, en la basura.
3. Compra productos de temporada. Comprar productos frescos de temporada no sólo será mejor para que el alimento esté en sus mejores condiciones, sino que también lo agradeceremos en nuestro bolsillo. Aunque siempre vas a tener ganas de consumir ciertos productos cuando empiezan a llegar al supermercado, la paciencia es el mejor compañero para aprovechar su momento y conseguir ahorrar.
4. Haz la lista de la compra y establece un límite. Se trata de un método tan antiguo y sencillo como efectivo y es que, según la OCU, "con él podrás ahorrar un 25% de tu gasto mensual, cerca de 100 euros al mes".
Aunque muchas veces puede dar pereza hacerla, si conseguimos apuntar todo lo que necesitamos y no nos salimos de ahí, conseguiremos que nuestro gasto no crezca más de lo necesario. Además, conocer nuestro presupuesto y establecer un límite de gasto también nos ayudará a ajustar el gasto.
5. Utiliza las marcas blancas. Si bien llenar una cesta de la compra de productos de este tipo puede ser excesivo, sí que puede ser importante hacer un análisis de qué productos aportan realmente un valor diferencial dependiendo de la marca y cuáles no. Las marcas blancas pueden suponer un nivel de ahorro importante.
6. Elige el mejor momento de la semana para ir a comprar. Todos los supermercados tienen su día de la semana para empezar a lanzar sus nuevas promociones (principalmente son los miércoles). Para estar al tanto de ellas, las páginas web de los establecimientos anticiparán las ofertas y podremos elegir cuál de ellas nos conviene aprovechar.
7. Aprovecha los planes de fidelización. Las ofertas de puntos de los supermercados también pueden ayudarnos a ahorrar, pero ojo, no dejan de ser una estrategia de la tienda para que siempre acudamos a ella. Por tanto, el mejor consejo es usar estas promociones con cabeza y en nuestro beneficio, pero no hacer que se conviertan en la razón por la que elegir dónde comprar.
8. Compra a granel. Acudir a la charcutería, pescadería, carnicería o frutería hará que los precios de compra sean más bajos y que, además, puedas comprar exclusivamente la cantidad que necesitas. Comprar productos como frutas envasadas puede provocar que si no calculamos bien las cantidades puedan acabar en la basura por su cercana fecha de caducidad.
9. No vayas a comprar con hambre. Parece una tontería, pero cree a los expertos cuando dicen que ir con el estómago vacío a comprar puede encarecer tu cesta de la compra. Lo cierto es que no todo el mundo puede elegir el momento en el que ir a comprar, pero ir al supermercado sin hambre evita excesos innecesarios.
10. Comprueba el tique de compra. El último consejo de esta lista. Cuando finalices tu compra, gasta unos minutos en mirar detenidamente si todo lo que has comprado está correctamente cobrado. Puede ser que al pasar por la caja hayamos perdido alguna promoción o se haya cobrado algo por error. Intentar reclamar después de haber abandonado el establecimiento siempre será más complicado.