El llamado 'Retrofit' consiste en eliminar el motor de combustión y sustituirlo por uno eléctrico en caso de que tu coche esté bien, sea un clásico o simplemente estés encariñado con él y no quieras cambiarlo por otro. Dicho así suena fácil. Y, en realidad, teniendo la tecnología no debería ser demasiado complejo. Pero hay 'peros'.
Para empezar, tiene que haber demanda. En España, empresas como Elektrun ya recogen solicitudes de clientes: 1.100 personas están en lista de espera. Con 20 coches del mismo modelo, los costes de homologación empiezan a ser rentables, pues los gastos se dividen entre todos los propietarios de un mismo modelo. Según nos cuenta Álex, el responsable de esta empresa, el más demandado es el Mini: un centenar espera para ser eléctrico; por detrás se sitúan el Escarabajo, el 600, el Ford Fiesta, o el Seat Ibiza.
¿Y cuánto cuesta? Según Rubén Blanco, de Little Electric Cars, el coste de 'retrofitar' un coche puede ir desde unos 10.000 euros hasta infinito, en función del modelo, las baterías.... Con una inversión así, nuestro coche podría seguir rodando años sin quemar ni un litro más de gasolina. Vendría a ser, nos cuenta Rubén, como "cambiarle el corazón al coche".
Y entonces, ¿qué pasa? ¿por qué esperar si la tecnología, la empresa y las ganas están ahí? Porque, obviamente, esos cambios tienen que ser legales y es ahí donde el panorama en España se complica. El 'Retrofit' es legal, pero hay que homologarlo. En este punto, la cosa, además de complicarse, se encarece. Las homologaciones se hacen caso a caso, con sus respectivos costes y dificultades. Y las baterías, por su parte, también han de estar homologadas. Y, suponiendo que todo saliera bien, aún habría que pasar la ITV.
Además, si finalmente decides iniciar este largo proceso, has de saber que en ningún caso podrás aumentar la potencia que tenía tu coche en un principio. Si tenías un Twingo, tendrás un Twingo con la misma potencia de motor, pero eléctrico.
Fabricantes del sector confirman a laSexta que existe un grupo de trabajo creado con la Secretaría General de Industria. Lo que buscan las pequeñas empresas es hacerse con una pequeña parcela del mercado, logrando que en España se imponga el modelo francés. El país vecino lo que ha hecho es, a grandes rasgos, homologar un kit común para que el proceso de transformación sea lo más barato y sencillo posible. Tanto es así que ya hay empresas en Francia que prometen convertir tu coche en 4 horas por 5.000 euros. Eso sí, has de tener uno de los 14 modelos con los que trabajan: Renault Twingo II, Fiat 500, MINI, Toyota Aygo, Citroën C1, Peugeot 107, Volkswagen Polo, Renault Clio 3, Peugeot 207, Citroën C3, Dacia Sandero, Renault Kangoo, Citroën Berlingo, Peugeot Partner. ¡Ah! y están en fase de reserva previa, así que quizá te toque esperar.
¿Y qué dice Industria? Poca cosa. Sabemos que desde el Ministerio están contentos con el anuncio de Renault de fabricar cinco modelos híbridos e híbridos enchufables en España, en concreto en Palencia y Valladolid. Además, han anunciado el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), con tres ejes en nuestro país: fabricación de baterías, fabricación de infraestructuras y fabricación de vehículos eléctricos. Pero a preguntas directas y concretas sobre el 'Retrofit' de la que firma este artículo, la respuesta ha sido muy concisa pero poco clara: "No vamos a comentar más allá de lo dicho".
Y lo dicho desde las instituciones en nuestro país hasta el momento es entre poco y nada. Porque el otro Ministerio que podría estar pensando qué subvenciones dar o cómo implementar esta alternativa, el Ministerio de Transición ecológica, tampoco contesta.
Quizá haya planes, quizá sea pronto… De momento, por lo que parece, tenemos dos opciones si queremos pasarnos al eléctrico de la forma más barata: esperar o ir a Francia.
Vivienda en España
Los desahucios invisibles o cómo el precio del alquiler dispara las mudanzas forzosas en los últimos cinco años
El dato Alrededor del 40% de los inquilinos han sufrido dos o más mudanzas en los últimos cinco años y tres de cada diez mudanzas son forzosas. En el caso de las familias con menores a cargo la situación de vulnerabilidad es aún mayor.