Pregunta rápida: ¿qué potencia tienes contratada en casa? ¿Lo sabes sin mirar la factura? ¡Enhorabuena! Eres de los pocos. La mayoría de nosotros no solo tendríamos que mirarlo, perderíamos un rato en buscar dónde está exactamente.

La factura de la luz es todo un mundo que generalmente no nos paramos a explorar peeero… con los subidones de precio de los que hablamos cada vez que llega una ola de frío parece que nos pica un poco más la curiosidad.

Mercado libre, regulado, potencia contratada… Tranquilo. Es menos árido de lo que parece. Vamos por partes. En concreto, 6 partes, que son aquellas en las que puedes dividir tu factura de la luz para entenderla mejor. (Si lo prefieres, te lo explico rapidito en el vídeo).

1. Datos de la factura: Esta parte es sencilla. Está arriba a la derecha. Además del número de factura, en esencia pone de qué fecha a qué fecha vas a pagar y qué día te van a pasar el cobro al banco.

2. Tus datos: Aún más fácil. Ya sabes: nombre, apellidos, dirección, número de cuenta… Están justo debajo de los datos de la factura.

Es muy probable que la subida de precio de la que llevamos días hablando, ni siquiera te afecte

Dato curioso

3. Resumen de lo que vas a pagar: Justo debajo. Aquí básicamente te dice cuánto va a pagar por cada concepto pero NO TE LO EXPLICA. Para entender qué tienes contratado y cuánto has consumido te va a tocar ir al reverso de la factura. Pero en esencia esta parte consta de:

  • Potencia: Cuanta más potencia tienes más pagas. Pero la solución no es tan fácil como bajarla, se trata de tener la que necesitas. Ni más ni menos. Un poco más adelante te lo detallo, aunque en realidad haría falta un capítulo aparte para explicarlo bien.
  • Energía consumida: Cuando apagas las luces, mantienes poco tiempo abierta la nevera o decides apagar un rato el aire acondicionado es en esta partida en la que estás ahorrando.
  • Otros datos: Generalmente es el coste del alquiler del contador. Suele ser la partida más pequeña de la factura.
  • Impuestos: Suponen una parte grande de lo que pagas. En tu factura verás detallados dos tipos de impuestos:

· Impuesto sobre la electricidad: el 5,1127 % del coste de la energía consumida y la potencia contratada

· IVA: un nada despreciable 21% de lo que pagas en tu factura total corresponde a este impuesto

4. Consumo. En esta parte ves el consumo en kw de esa factura y lo que supone respecto a los meses anteriores.

5. Datos del contrato: En el reverso. Además de tu nombre y tu dirección, que te los sabes, aquí encontrarás dos datos importantes:

· Producto contratado: ¿Qué tarifa tienes? ¿En qué consiste? ¿Tienes permanencia? Lo más importante para resolver tus dudas es que te fijes en si estás en el mercado libre o el regulado. Muy importante, de hecho.

  • Si estás en el mercado regulado, tienes lo que se llama PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor). Esta tarifa, regulada por el Ministerio, cambia continuamente en función de lo que marca el mercado mayorista de electricidad. Ya saben, "es el mercado, amigos". Puedes contratar como máximo 10 kw de potencia y es obligatoria para acceder al bono social.
  • Si estás en el mercado libre, habrás pactado unas condiciones con tu compañía en función de lo que más te convenga. *Si quieres saber más sobre estos dos tipos de tarifas haz clic aquí.

· Potencia contratada. Es difícil valorar cuánto es “lo normal” en una casa. Un piso medio suele estar entre los 3,45 kw y los 5,75 kw, pero lo que necesites va a depender de varios factores: ¿Usáis varios electrodomésticos a la vez? ¿Tu calefacción funciona con electricidad?¿Hay muchas personas usando a la vez aparatos eléctricos en casa?

Si tus plomos saltan constantemente quizá tengas poca potencia contratada

Consejo rápido

6. Detalle de la factura. Aquí es dónde está la chicha buena. Aquí es donde ves cuánto pagas en euros por la potencia y por la energía que consumes. Está detallado el precio de cada cosa así que es importante que lo mires a la hora de cambiar de compañía o de tarifa.

7. Destino del importe de la factura. ¿Por qué pagas lo que pagas? ¿Para qué se usa ese dinero? Este apartado, que parece sencillo, no lo es tanto. Entre impuestos, costes y gastos regulados, nos da para hacer un máster así que mejor, lo dejamos para otro día.