Tras llevar días ocupando la Diagonal, los conductores de VTC de Barcelona se mueven hacia la sede de la Generalitat, a quien acusan de ceder al "chantaje" de los taxistas por el decreto anunciado. "Señor Torra, le pido de rodillas que no firme el decreto", gritaba uno de los manifestantes en la protesta.

Con los conductores están los directivos de Vector, la empresa que tiene la mayoría de las licencias VTC en Cataluña y que avisan: "La Generalitat va a ser culpable de 4.000 despidos y exigiremos responsabilidades de todo tipo".

Ya no hacen nuevas contrataciones y han empezado a no renovar contratos: 20 la semana pasada a los que podrían sumarse otros 80 esta semana. "¿Qué le decimos a nuestros hijos? ¿nos va dar de comer el taxi y la Generalitat?", pregunta María José Delgado, conductora de VTC.

Son contundentes y afirman que si el martes se aprueba el decreto con los 15 minutos de precontratación y sin poder tener geolocalización, dejarán de operar en Barcelona. Fernando Gatell, director general de Vector Ronda, asegura que "es por culpa de políticos cobardes que legislan por la fuerza de la calle y la violencia".

Según cuentan, los trabajadores tienen una media de 50 años y tienen una complicada reinserción en el mundo laboral. Ellos dicen que solo quieren trabajar: "Esta es una alternativa a los que la sociedad ha apartado por la modernización".

Dicen que no se oponen a una nueva regulación, pero piden que se cuente con ellos para hacerla como se ha hecho con los taxistas.