Las inmobiliarias viven un goteo constante de llamadas, tanto para compras como para ventas. Solo en Andalucía se han dado casi 12.000 operaciones de compraventa de viviendas en tan solo un mes, una cifra sin precedentes, también en Cataluña y la Comunidad Valenciana.

En toda España, se registraron más de 53.000. Casi un 41% más que el mismo mes del año pasado. Un dato que no se veía desde enero de 2008, justo antes del famoso estallido de la burbuja inmobiliaria.

"Hay elementos comunes, pero yo creo que también hay grandes diferencias. Los hogares tienen una capacidad de endeudamiento muy superior, se ha producido una burbuja, una bolsa de sobreahorro muy importante que estimamos nosotros en torno a 50.000 millones de euros", sostiene Raymond Torres, director de Coyuntura de FUNCAS.

Un aumento de la demanda que no se corresponde con un progresivo decaimiento de la oferta. Desde organizaciones como pisos.com, advierten de un aumento ya visible de los precios.

"De cara al próximo año, quizá haya un aumento provocado, precisamente, por esta falta de oferta. Se ha convertido en un activo refugio para aquellos inversores que ven mucha volatilidad en otros mercados", indica Ferrán Font, director de Estudios y portavoz de pisos.com.

Los retrasos y el encarecimiento de las materias primas también están afectando a los precios del sector.

"Hay muchas empresas que no dan a basto y lo que están haciendo es incrementar los precios. Esa obra que estamos cuantificando en, aproximadamente, tres meses, quizá se vaya a retasar cuatro o cinco meses", sostiene Juan Navarro, director de proyectos de Gilmar.

Donde más ha subido, en la Región de Murcia y en Baleares, que es junto con Euskadi y la Comunidad de Madrid, donde el metro cuadrado está más caro. Los expertos temen que potencie el factor de desigualdad en la vivienda.

"El encarecimiento anima a la compraventa en aquellos grupos que tienen poder adquisitivo, pero, por otra parte, otros sufren la escasez de vivienda", añade Raymond Torres.

En España, los multipropietarios han pasado de ser del 9 al 20% de los hogares y los que no son propietarios de una sola vivienda también han crecido: del 14 al 18%.