Si ejecutan los ERE's anunciados, los bancos podrían dejar en la calle a 21.200 empleados. Dos crisis, en 2008 y 2020, han reducido su rentabilidad.

"El negocio tradicional de captar depósitos y dar préstamos ahora mismo no es rentable", nos cuenta Joaquín Maudos, director adjunto del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y catedrático de la Universitat de València.

Desde 2016, el Banco Central Europeo mantiene los tipos en negativo. ¿Esto qué significa? Un banco nos cobra al prestarnos dinero y nos paga cuando depositamos nuestros ahorros. De la diferencia sale el beneficio, pero cuando ellos acuden al Banco Central Europeo ocurre al revés: cobran al recibir dinero y pagan por depositarlo.

Medida en tiempos de crisis, los tipos negativos, para que el dinero fluya y los créditos sean más baratos, pero que disminuyen las ganancias de los bancos. Los despidos se sumarían a los 114.000 puestos de trabajo destruidos desde 2008, el 40% del sector.

Hablamos con Jaime Pascual, uno de los afectados por el ERE de Bankia en 2013, que nos cuenta que sentían "solos". Entonces, se denunció que se llevaron a cabo más despidos de los 4.500 pactados, llevándose a los tribunales que no se notificara la causa concreta del despido.

El conflicto se saldó con una sentencia del Supremo a favor del banco con cuatro votos particulares en contra. En el año del COVID, la Asociación Española de la Banca cifra las pérdidas en 6.955 millones de euros.

"En 2020, la banca española ha acabado con el mínimo histórico del margen de intermediación: por cada 100 euros, sólo le quedan limpios 86 céntimos", afirma Maudos. Para reducir sus costes, los bancos digitalizan sus servicios y prescinden de las oficinas.

De las 45.000 oficinas bancarias en 2008, sólo quedan 23.700 en España. Cada una atiende a 1.780 clientes, cuando la media europea por sucursal ronda los 5.000.