Contaminar con el coche estará gravado, por primera vez en España, con un impuesto. Más de tres millones y medio de vehículos pagarán en Cataluña por sus emisiones de CO2.

Marta Espasa, secretaria de Hacienda de la Generalitat, ha defendido que la "finalidad es incentivar que los ciudadanos adquieran vehículos menos contaminantes".

Los conductores recibirán en diciembre el recibo de 2019, que tendrán que abonar en noviembre de 2020, mientras que las motos empezarán a tributar en 2021. No pagarán camiones, ni ambulancias, ni vehículos oficiales. Tampoco pagarán los que no superen los 95 gramos de dióxido de carbono por kilómetro.

A partir de esta cifra, cuanto más contamine el coche, más penalización. Desde 15 euros para un utilitario nuevo, gasolina, y de poca potencia, hasta los 130 euros de un 4x4 diésel de más de diez años.

Todo el mismo año en que Barcelona pondrá en marcha la zona de bajas emisiones con restricciones permanentes en casi toda la ciudad para los vehículos sin distintivo ambiental.