Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea han decidido imponer una multa a España y a Portugal por incumplir los objetivos de déficit para 2015. La Comisión Europea dispone de 20 días para fijar la cuantía del castigo.

El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, se equivocaba en sus predicciones cuando aseguraba estar "convencido" de que no habría multa. "Sería una paradoja importante que a la economía europea que ha tenido el giro más importante, más intenso, en los últimos años y que más crece y que más empeño crea, se le impusiera una multa", dijo.

Tras conocerse la decisión del Ecofin, de Guindos espera que la sanción sea simbólica. Sin embargo, esta no es la única opción posible: en el caso de que la Comisión aplicase el máximo castigo, España habría de pagar 2.000 millones de euros de multa y perdería parte de los fondos europeos que le corresponden para 2017, que quedarían congelados. El ministro ya ha anunciado que mañana mismo enviará las alegaciones del gobierno español.

Respecto al documento a presentar, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha pedido a España y Portugal que sus respectivas cartas a Bruselas muestren una actitud "ofensiva, no ofensiva", en alusión a que deben presentar medidas concretas para corregir el desvío. "Debe subrayar los próximos pasos que van a dar para resolver los problemas. Ese sería un planteamiento ofensivo, que estoy seguro que ayudará a la Comisión a decidir sobre las sanciones", ha declarado.

Según las cuentas del Ejecutivo comunitario para apoyar su dictamen negativo, España sumará un déficit público del 3,9 % en 2016 y de un 3,1 % en 2017. De Guindos, sin embargo, ha expresado su convicción de que el déficit volverá a situarse "por debajo del 3 % el próximo año" y ha pedido celeridad a la Comisión para fijar la nueva senda.