Charles Michel, el presidente del Consejo Europeo, ha propuesto en Bruselas reducir a 1,074 billones de euros el presupuesto para 2021-2027, lo que supone un 2,36% menos que lo planteado por la Comisión Europea, pero mantener el fondo de recuperación por la crisis del coronavirus en 750.000 millones.

Michel ha explicado en rueda de prensa que la propuesta de compromiso que presentará a los 27 Estados miembros de cara a la cumbre que se celebrará los próximos 17 y 18 de julio planteará las medidas que se han elaborado tras mantener reuniones bilaterales con todos los jefes de Estado y Gobierno, en las que ha constatado "fuerte oposición a algunos elementos del paquete".

Entre las novedades que plantea se encuentra el adelanto al año 2026 de la devolución del principal y los intereses de la deuda emitida para financiar el fondo de rescate, lo que le lleva a proponer nuevos recursos propios para el presupuesto europeo con el fin de sufragar estos costes. En concreto, propone introducir ya en 2021 un gravamen sobre el plástico no reciclado y en 2023 un mecanismo de ajuste del carbono en frontera, así como una tasa digital europea.

Además, se plantea la creación de un mecanismo de control para ver qué tipo de gastos y reformas hacen los países europeos para poder recibir las ayudas. Michel propone que los países tengan que presentar planes de "recuperación y resiliencia" para el periodo 2021 a 2023 a la Comisión, que respeten las recomendaciones económicas que les hace Bruselas.

Estos planes tendrán que ser aprobados por el resto de Estados miembros por mayoría cualificada -el 65%-, a propuesta de la Comisión, y los países deberán cumplir con los objetivos fijados para recibir desembolsos. En 2022 se hará una revisión de los mismos para tener en cuenta el cambio en los criterios de distribución.

En cuanto al fondo de 750.000 euros, el presidente del Consejo mantendrá tantola dotación planteada por Bruselas así como su distribución entre subvenciones a fondo perdido, 500.000 millones de euros, y préstamos, 250.000 millones.

Michel ha reconocido que, aunque existen diferentes sensibilidades en este punto, es necesario mantener este equilibrio"para evitar sobrecargar a los Estados miembros con un alto nivel de deuda", lo que "sería no solo un problema para ellos, sino para el mercado único". Este fondo de recuperación, que se financiará con la emisión de deuda común, "es una herramienta excepcional para una situación excepcional", ha recordado Michel.

Además, el presidente del Consejo propondrá, no obstante, cambiar los criterios para la distribución del grueso de las ayudas del fondo, de modo que el 70% del dinero se comprometerá entre 2021 y 2022 y se repartirá siguiendo los criterios que había fijado la Comisión, que tenían en cuenta el PIB, población y tasa de paro entre 2015 y 2019 de los Estados.

El 30% restante se comprometerá a partir de 2023 y se asignará en función de la caída del PIB que haya registrado cada país en 2020 y 2021. El objetivo es que haya un "vínculo real entre la crisis y el plan de recuperación y asegurar que el dinero va a las regiones y sectores más afectados", según Michel.

Varios países habían solicitado cambiar los criterios propuestos por la Comisión porque consideraban que era injusto tener en cuenta el paro previo a la pandemia. Según la distribución de Bruselas, España sería el segundo mayor beneficiario del fondo con 140.446 millones.

Pedro Sánchez insiste en llegar a un acuerdo este mes

El presidente del Gobierno ha insistido que se tiene que llegar a un acuerdo este mismo mes sin falta para consensuar los puntos comunes que defenderán los países más azotados por la pandemia en la cumbre europea.

El pasado miércoles 8 de julio, Pedro Sánchez se reunía con el primer ministro italiano Giuseppe Conte para aunar fuerzas de cara a la negociación que los socios europeos en la que intentarán concretar el fondo de reconstrucción.

Para Sánchez es clave alcanzar un acuerdo este mes sobre el fondo de recuperación de 750 millones lo más cercano posible a la propuesta de la Comisión Europea. España, al ser el segundo país más afectado por la pandemia detrás de Italia, sería también el segundo más beneficiado por los fondos, con unos 140.000, de los que 77.000 serían transferencias y el resto préstamos.

Además, Sánchez no ha descartado recurrir al Mecanismo Europeo de Estabilización. "No tiene sentido que creemos instrumentos y luego nos de vergüenza usarlos. No tiene que haber reparo en poder utilizarlos. Es una linea referida a gasto para defender vidas", ha señalado.