El creciente impacto del 'Black Friday' en la economía española ha impulsado las propuestas alternativas que hacen un llamamiento al consumo sostenible con empresas respetuosas por el medioambiente o, directamente, a participar del 'Día sin compras'.

Varias organizaciones ecologistas han criticado lo que definen en sus comunicados como "desmedido impulso al consumismo" a partir de esta iniciativa comercial de origen estadounidense, y cuyo éxito se basa en una ganancia doble: los comercios adelantan sus ventas navideñas y los clientes obtienen descuentos importantes.

Contrarios a la tesis de adquirir productos sin una necesidad real e inmediata, estos colectivos ambientales promocionan, a nivel internacional el 'Día sin compras': una huelga simbólica de consumidores que busca mostrar su rechazo a las compras compulsivas que este año se celebra el 23 de noviembre de 2018.