Era la noticia más esperada del día y así se ha cumplido: tras casi dos años desde que el Banco Central Europeo (BCE) iniciara su fuerte escalada de los tipos de interés, con ánimo de contener la incesante inflación en el entorno europeo, el organismo ha bajado el indicador en 25 puntos básicos, un cuarto de punto que sitúa el indicador en el 4,25%. Es la primera vez que bajan desde finales de 2015.
Así lo ha hecho saber este jueves el Consejo de Gobierno del instituto emisor, un movimiento al que ya apuntaban todos los expertos tras las últimas convocatorias en las que había mantenido los tipos intactos. Así, el BCE comienza la desescalada de los precios después de ese intervalo de pausa y tras diez subidas consecutivas del precio del dinero, que lo situaron en su nivel más alto en más de 20 años.
En consecuencia, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito se reducirán hasta el 4,25 %, el 4,50 % y el 3,75 %, respectivamente, con efectos a partir del 12 de junio de 2024, apunta el BCE.
Según publica el BCE, esta decisión se ha tomado tras valorar las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, lo que hace "apropiado moderar ahora el grado de restricción de la política monetaria tras nueve meses en los que los tipos de interés se han mantenido sin variación".
Desde la reunión del Consejo de Gobierno celebrada en septiembre de 2023, la inflación ha descendido en más de 2,5 puntos porcentuales, destacan, y las "perspectivas de inflación han mejorado notablemente". A su vez, el organismo defiende en su comunicado que "la política monetaria ha mantenido unas condiciones de financiación restrictivas, lo que, al frenar la demanda y mantener las expectativas de inflación firmemente ancladas, ha contribuido de forma importante al retroceso de la inflación".
Eso sí, el Consejo de Gobierno avanza que sigue en su objetivo de reducir la inflación al 2 % a medio plazo, y sostiene que mantendrá los tipos de interés oficiales en "niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario para lograr ese objetivo".