El Banco de España eleva en una décima su previsión de crecimiento de la economía española para 2023, que sitúa en el 2,4%, pero revisa ligeramente a la baja las proyecciones para los próximos dos años, que cifra en un 1,6% de crecimiento del PIB en 2024 y un 1,9% en 2025. A su vez, la entidad revisa significativamente a la baja la tasa de inflación para el año próximo, que sitúa en el 3,3%.

Así se desprende de su último informe trimestral, dado a conocer este martes, en el que estima que el PIB español crecerá un 2,4% este año; un 1,6% en 2024; un 1,9% en 2025 y un 1,7% en 2026.

Con respecto a sus proyecciones de septiembre, esto supone una ligera revisión al alza, de 0,1 puntos, en el crecimiento del PIB para este año. En cambio, el crecimiento del PIB en 2024 y 2025 se revisa a la baja en 0,2 y 0,1 puntos, respectivamente, por unas perspectivas menos favorables sobre la evolución futura del consumo de los hogares, aunque se prevé que este siga siendo el principal motor del crecimiento español.

En cuanto a la inflación, el Banco de España prevé que su proceso de moderación siga avanzando gradualmente en los próximos trimestres, reduciéndose desde el 3,4% en 2023 hasta el 3,3% en 2024, para descender nuevamente en 2025 y 2026 hasta el 2% y el 1,9%, respectivamente.

Así, la tasa de inflación general se revisa a la baja en 0,2 puntos en 2023, debido a las sorpresas registradas en el componente energético en los últimos meses. Asimismo, las nuevas proyecciones incorporan una revisión a la baja de un punto para 2024 y al alza de 0,2 puntos para 2025.

La revisión de la proyección de inflación para el año que viene se explica principalmente, según el Banco de España, por unos menores precios de la energía previstos para los próximos trimestres y una prórroga de la reducción del IVA de los alimentos y de la subvención al transporte público hasta junio y diciembre de 2024, respectivamente. Por su parte, la revisión al alza prevista para 2025 se debe, fundamentalmente, a la expiración de estas prórrogas.