El Banco de España prevé que el descenso del número de horas trabajadas por ocupado que viene observando en las últimas décadas se prolongue en los próximos años como consecuencia del envejecimiento de la población y el mayor peso de los servicios.
El organismo ha publicado este lunes un análisis sobre la evolución de las horas trabajadas en España, que muestra un descenso desde las 37 horas semanales de mediados de los ochenta a las 31,8 horas de 2019, debido a factores como el progreso tecnológico, la incorporación de la mujer o el mayor peso de los servicios.
También ha influido el mayor número de trabajadores con jornada a tiempo parcial, en especial por la incorporación de la mujer al mercado laboral, aunque también por los mecanismos de jubilación anticipada parcial. De cara al futuro, el Banco de España prevé que la tendencia de reducción de horas trabajadas continúe, ya que el envejecimiento de la población incrementará un colectivo que, en términos medios, tiene una menor jornada laboral, algo que podría verse impulsado por posibles incentivos a la jubilación parcial.
Así, la proyección a futuro de la estructura demográfica llevaría a reducir la jornada en casi tres horas anuales para 2033. El Banco de España también analiza otros supuestos, por ejemplo que España convergiera con la estructura sectorial media de la Unión Europea, lo que reduciría la jornada anual en dos horas y media, o que sus niveles de parcialidad alcanzaran los alemanes, lo que contraería la jornada en casi dos horas y media semanales.
Por el contrario, la reducción del porcentaje de ocupados con bajos niveles de educación permitiría aumentar la jornada laboral anual en tres horas y media en once años.