El Banco de España observa que los riesgos para la estabilidad del sistema financiero español han aumentado en los últimos seis meses, aunque no se aprecian señales sistémicas, según el 'Informe sobre Estabilidad Financiera de la Primavera de 2019'.

En concreto, apunta que los riesgos macroeconómicos parecen haberse intensificado, de forma que una corrección de los precios de algunos activos financieros y el aumento brusco de las primas de riesgo podría producirse como consecuencia de la desaceleración de la actividad económica global, en parte asociada a la incertidumbre geopolítica. Además, las economías emergentes también han empeorado por la evolución económica de China.

Así, prevé la prolongación de la fase expansiva de la economía española hasta el año 2021, aunque con una "gradual desaceleración" del PIB. "Las perspectivas de corto y medio plazo suponen una continuación del crecimiento, aunque a ritmos algo más bajos y con riesgos a la baja", señala el Banco de España.

Además, se prevé que en la segunda mitad del año el Tribunal de Justicia de la Unión Europea responda a las cuestiones prejudiciales planteadas en relación con la utilización del índice de referencia de los préstamos hipotecarios (IRPH).

Dependiendo del fallo, podría producirse un aumento de las demandas judiciales contra los bancos españoles con impacto en aquellas entidades con mayor volumen de préstamos hipotecarios indiciados al IRPH, lo que exige de estas entidades una apropiada medición del posible impacto contingente y medidas de gestión y prevención adecuadas.