“Mirad, chicas, mi carta de despido”, señala una apenada Encarna. Le faltaban tres años para jubilarse, pero en su empresa decidieron hacer un ERE para tirar de subcontratación.

Nos han echado para meter a otras personas y pagarles menos. Nos estaban echando el 31 de agosto a las 4 de la tarde, y a las 5 de la tarde estaban entrando ya otras personas para trabajar al día siguiente”, explica Encarna.

Los empleados se quejan de esta acción. Despedir para hacer contratos precarios es algo habitual en las grandes empresas, todo a pesar de los beneficios.

Algunos, incluso, no llegan al salario mínimo interprofesional. “Prefieren poner a dos personas y pagar lo que me pagaban a mí: 300 euros a cada uno”, asegura Rocio Rubio, cajera en un supermercado.

Según un estudio, se está creando empleo y fomentando el dinamismo laboral, pero los sindicatos advierten: no se puede contratar a costa de reducir derechos de los trabajadores.

Los profesionales tienen que merecer un salario digno. No puedes cambiar un puesto de trabajo con derecho y con un salario digno por un puesto de trabajo totalmente precario”, destaca Rosa María Galvarro, coordinadora de Comercio de CCOO.

Y en el primer grupo textil del mundo, la precariedad también es la tónica. “Suelen ser contratos indefinidos con bonificación. Una vez que llega antes de que finalice el periodos de baja se los quitan de en medio", explica Lourdes Montes, segunda encargada de una tienda de ropa.

De esta forma, dicen, una empresa puede llegar a ganar más de 900 millones de euros en beneficios.