Teléfonos, ordenadores, auriculares y televisiones. Todos estos productos forman parte de la lista de artículos que está fabricando Apple. A ellos hay que sumar una nueva incorporación: las mascarillas. A diferencia del resto de objetos que fabrica, solo van a poder disfrutar de las nuevas mascarillas sus empleados, según ha señalado el portal Bloomberg.

El diseño de esta mascarilla sigue el estilo de los productos de Apple: elegante y completamente blanca. Además, a diferencia del resto de mascarillas, la Apple Face Mask cuenta con un acabado triangular, que sirve para que las personas que llevan gafas puedan ajustar la mascarilla a su nariz y evitar que sus lentes se empañen.

Apple ha confirmado recientemente la existencia de esta nueva mascarilla, después de que varias plataformas en internet filtraran fotografías de ellas. En dichas imágenes se podía observar que la mascarilla cuenta con una forma ergonómica que se acopla al rostro de la persona. Además, las gomas de los laterales son ajustables para que se puedan adaptar a las orejas de cada personas, como se puede observar en la siguiente imagen filtrada por MacRumors.

El equipo de Ingeniería y Diseño Industrial, encargados normalmente del diseño de productos como Iphones y Ipads, ha sido el creador de esta mascarilla que cuenta con tres capas, capaces de filtrar las partículas entrantes y las salientes. Además, su composición permite que la mascarilla pueda ser lavada y reutilizada hasta cinco veces, según cuenta Bloomberg.

El portal económico detalla que el gigante tecnológico asegura haber llevado a cabo una cuidadosa investigación para encontrar los materiales adecuados para estas nuevas mascarillas, y sin alterar el suministro de equipo médico. La compañía estadounidense comenzará a distribuir la Apple Face Mask durante las próximas semanas. Sin embargo, se desconoce si llegará a España o será distribuida solo por Estados Unidos.

De forma paralela, Apple también está trabajando en la creación de una mascarilla quirúrgica transparente aprobada por la FDA. En este proyecto ha contado con la colaboración de la Universidad Gallaudet de Washington, especializada en educar a los estudiantes sordos y con problemas de audición.