Estaciones de recarga para coches eléctricos cada 60 kilómetros en las principales carreteras europeas; cada 120 kilómetros, para camiones; y cada 200 kilómetros en el caso de los que se muevan con hidrógeno. La presidencia sueca del Consejo de la Unión Europea y el Parlamento europeo han alcanzado un acuerdo provisional en el que diseñan la futura infraestructura para abandonar los motores de combustión.

Según han acordado los negociadores -aunque todavía queda mucho recorrido a este plan, que tendrá que ser validado por varios órganos antes de entrar en vigor-, en todos los casos su uso deberá ser fácil y con precios claros, ya sea en kilovatio-hora o kilogramo.

"Las nuevas normas ayudarán a desplegar la infraestructura para los combustibles alternativos sin más demora y garantizarán que conducir y cargar un automóvil de nueva generación sea tan simple y conveniente como uno que depende de la gasolina", ha asegurado el negociador por parte de la Eurocámara, el socialdemócrata alemán Ismail Ertug.

El acuerdo informal establece objetivos nacionales mínimos obligatorios para el despliegue de infraestructura de combustibles alternativos y pide a los países de la UE que presenten sus planes sobre cómo alcanzarlos.

Puntos de recarga cada 60 kilómetros

Los grupos de carga eléctrica para automóviles con una potencia de al menos 400 kilovatios (kW) deberán desplegarse al menos cada 60 kilómetros a lo largo de la red básica de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) para 2026, y la potencia de la red aumentará a 600 kilovatios para 2028.

El acuerdo establece además el requisito de tener una estación de carga cada 120 kilómetros para camiones y autobuses, pero estas estaciones deberían instalarse en la mitad de las carreteras principales de la UE para 2028 y con una potencia de salida de 1.400 a 2.800 kilovatios dependiendo de la carretera.

También deberá haber dos estaciones de carga para camiones en lugares de estacionamiento seguros y protegidos a partir de 2028. Ahora bien, en todos los casos se aplicarían algunas exenciones de despliegue a regiones ultraperiféricas, islas y carreteras con tráfico muy escaso. Los negociadores también acordaron tener estaciones de reabastecimiento de hidrógeno a lo largo de la Red Transeuropea de Transporte desplegadas al menos cada 200 kilómetros para 2031.

Pagos contactless o con QR

En virtud del pacto, los usuarios de vehículos de combustible alternativo deberán poder pagar de forma fácil y cómoda en los puntos de recarga o repostaje con tarjetas de pago, dispositivos sin contacto o, en determinados casos, mediante código QR.

El precio deberá mostrarse por kilovatio-hora, por minuto/sesión o por kilogramo, ser razonable, fácil y claramente comparable, transparente y no discriminatorio, destaca el acuerdo. Por otra parte, los negociadores acordaron que la Comisión establecerá una base de datos de la UE sobre combustibles alternativos para 2027 para proporcionar a los consumidores información sobre la disponibilidad, los tiempos de espera o el precio en diferentes estaciones.

Este acuerdo se enmarca en el paquete "Fit for 55", como se conoce al plan de la UE para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % para 2030 en comparación con los niveles de 1990, en línea con la Ley Europea del Clima.

Según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, el transporte fue responsable de aproximadamente una cuarta parte de las emisiones totales de CO2 de la UE en 2019, de las cuales el 71,7 % provino del transporte por carretera.