El noveno día de huelga de los trabajadores del metal en Cádiz evidencia que la situación del sector no es fácil y que la salida del conflicto laboral va a ser compleja. Los trabajadores demandan una mejora de sus condiciones que los empresarios, aseguran, no pueden costear.

Mientras se produce la negociación entre los representantes de los trabajadores y la patronal del sector -con la Junta de Andalucía mediante-, recurrimos a los datos que radiografían la situación del sector que ha puesto Cádiz en pie.

En primer lugar, los salarios han mostrado un retroceso evidente en el caso de los trabajadores del metal. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el salario bruto anual de las distintas patas que componen el sector ha retrocedido en los últimos años. La caída más notable se produjo el año pasado, marcado por la pandemia, pero el alza de los precios ha provocado que los trabajadores pierdan poder adquisitivo.

Como muestran los siguientes gráficos, de dos de los componentes del sector en nuestro país, la caída es significativa. En el caso del subsector "Metalurgia; fabricación de productos de hierro, acero y ferroaleaciones", los trabajadores han perdido de media 2.500 euros brutos anuales, en comparación con el pasado año.

De un plumazo, los sueldos del sector se desplomaron ese año. También es acusada la caída en el caso del subsector "fabricación de productos metálicos, excepto maquinaria y equipo", donde el salario bruto anual cayó a niveles de 2013.

Pero la caída más relevante se produjo en los trabajadores dedicados a la "fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques": en un año retrocedieron una década, en términos salariales, con una reducción de 3.500 euros en su total anual.

La temporalidad azota al sector

En 2013, justo con la entrada en vigor de la reforma laboral del Ejecutivo de Mariano Rajoy, la temporalidad se disparó entre los trabajadores del sector, según los datos de contratos firmados del Servicio Público de Empleo Estatal. El pico de los contratos eventuales se produjo en 2018, cuando se firmaron 374.000 por casi 29.000 indefinidos.