La subida de precios está trastocando el día a día de los ciudadanos españoles, cambiando sus planes y hábitos de consumo. En las últimas semanas, estamos viviendo retrasos en el cambio de vivienda, a la hora de jubilarse y también cancelaciones de bodas.

El turismo parece el único sector que aguanta, aunque sí sufre una ligera desaceleración. Y es que cuatro de cada diez españoles notan el impacto de la inflación en sus proyectos vitales, con un 17% habiendo aplazado una mudanza o un cambio de domicilio. En el primer trimestre de 2022, la venta de viviendas se desplomó un 10% y la oferta de alquiler ha caído un 40% en Barcelona y un 30% en Madrid.

En cuanto a las jubilaciones, un 14% de españoles la han aplazado, algo que afecta directamente sobre su salud. Un estudio conluye que posponer un año la jubilación aumenta el riesgo de morir entre los 60 y 69 años.

Además, el 7% de los españoles ha pospuesto su proyecto de formar una familia. También las bodas se han visto afectadas, aunque se siguen celebrando después de que muchas se aplazasen con las restricciones de la pandemia.