Los portavoces de la oposición han coincidido en expresar su disconformidad con el "rodillo" de los populares en las Cortes, que ha provocado que apenas haya habido cambios en el texto inicial de las cuentas.

Tras escuchar esta crítica, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha agradecido en su intervención a todos los grupos parlamentarios su actitud en el debate, "que supone un fortalecimiento de la democracia".

El ministro ha subrayado que con sus exposiciones el Gobierno toma mayor conciencia sobre las dudas de los grupos respecto a la recuperación, el empleo, la desigualdad o las diferentes sensibilidades autonómicas.

Montoro ha incidido en que tan importante es aprobar una enmienda como recibir un mensaje de contenido político.

Posteriormente, en declaraciones a los periodistas, el ministro ha insistido en que los presupuestos son los "más esperanzadores" de esta legislatura "por el crecimiento económico que apuntan, por el nuevo empleo que pretenden crear, por la solidaridad y la cohesión social que incorporan, porque en ellos se recoge una rebaja de impuestos, y porque también prevén una inversión pública en los diferentes territorios en España".

A su juicio, el escenario económico de las cuentas se verá superado por la realidad porque España crecerá por encima del 2 % y ello llevará implícito "lo que más necesitan los españoles": nuevas oportunidades de empleo para todos.

También ha destacado que los presupuestos atienden "especialmente" a los sectores sociales cuyo bienestar social depende de esas cuentas públicas y de que el esfuerzo solidario llegue a sus casas.

Los presupuestos de 2015, definidos por el Gobierno como los de la "consolidación", tendrán un límite de gasto no financiero de 129.060 millones de euros, lo que representa una caída del 3,2 % respecto a los de 2014.

Para el próximo año, se fija el objetivo de estabilidad presupuestaria en el conjunto de las administraciones públicas con un déficit máximo del 4,2 % del PIB, que corresponde el 2,9 % a la Administración central, el 0,7 % a las comunidades autónomas y el 0,6 % a la Seguridad Social, mientras que las corporaciones locales deben liquidar sus presupuestos en equilibrio.

Los ingresos tributarios deberían crecer el 3,5 % en 2015 respecto a los presupuestados en 2014, hasta llegar a los 186.111 millones de euros, con descensos en los ingresos en IRPF (0,3 %) y en impuestos especiales (un 2,7 %) y aumentos en IVA (9,9 %) y sociedades (5,6 %).

Además, las cuentas para 2015 incorporan las inversiones para el plan Crece, que pretenden apoyar e impulsar el crecimiento económico de la forma más eficiente posible.

Asimismo, recogen las medidas fiscales aprobadas por el Gobierno, con el objetivo de incrementar el nivel de renta de las familias, algo que, según el Ejecutivo, servirá para dinamizar el consumo interno y las tasas de ahorro.

El gasto del conjunto de los ministerios disminuirá el 0,2 % el próximo año hasta alcanzar los 34.526 millones de euros una vez excluidas las aportaciones a la Seguridad Social, el Servicio Público de Empleo y Fogasa y las aportaciones al sistema eléctrico, y sin computar el impacto en el presupuesto de gastos del plan Crece.