El Gobierno no prorrogará la ayuda de 20 céntimos por litro de combustible y la bonificación con carácter general perecerá el próximo 31 de diciembre. Sí la seguirán disfrutando los profesionales, aunque será a mes vencido y no de manera automática en el surtidor como sucedía hasta ahora.

El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha anunciado que, aunque los particulares ya no gozarán de ese descuento a la hora de repostar, sí habrá bonificaciones del combustible para el transporte profesional por carretera, agricultores, navieras y pescadores.

En concreto, el Consejo de Ministros ha acordado ampliar la bonificación actual de 20 céntimos por litro de combustible para el sector del transporte profesional por carretera entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2023. A partir de entonces ha fijado una rebaja de 10 céntimos por litro, hasta el 30 de junio, sin perjuicio de que se haga un seguimiento de la medida. En el caso de las flotas movidas por gas, se prevé una compensación de 27 céntimos hasta marzo y de 14 céntimos durante el segundo trimestre, dadas las especiales circunstancias a las que se enfrenta el precio del gas en esta reciente etapa.

Si bien el adiós era esperado y lo había dejado entrever la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, no por ello las gasolineras estaban más preparadas para un cambio en sus sistemas que elimine la bonificación automática. "Va a haber complicaciones logísticas seguro. Vamos a encontrar alguna cola, alguna aglomeración", ha aseverado en Más Vale Tarde el director general de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio, Nacho Rabadán.

Entre los sectores beneficiados estarán los transportistas (camioneros, repartidores, taxistas o VTC), agricultores, pescaderos y navieras. Los taxistas han agradecido el respaldo al sector, pero las cofradías no están tan contentas con el cambio.

El día que entró en vigor el descuento del Ejecutivo la gasolina estaba a 1,81 euros el litros y el diésel en 1,83 euros. En junio, ambos superaron los dos euros. Hoy, la gasolina está en 1,57 euros el litros y el diésel, 1,64 euros.

Cálculo de las bonificaciones

El texto recoge dos mecanismos para calcular y abonar las ayudas a los transportistas en función de si tienen derecho o no a la devolución parcial del impuesto sobre hidrocarburos. Los beneficiarios de la devolución del gasóleo profesional la recibirán al finalizar cada mes, junto a la devolución parcial del impuesto de hidrocarburos, y se calculará en función de los litros consumidos y pagados con sus tarjetas, entre otros sistemas.

Las compañías de transporte público de viajeros en autobús y taxi, y vehículos de transporte de mercancías por carretera mayores de 7,5 de masa máxima autorizada, que ahora reciben 4,9 céntimos de devolución por litro consumido, en un pago mensual, obtendrán junto a éste la bonificación al combustible.

De este modo, se atribuye a la Agencia Tributaria la competencia para gestionar las solicitudes de ayuda y todas las actuaciones para su tramitación.

Por otro lado, se establece un sistema de ayudas directas para empresas y autónomos que no se benefician de la devolución del gasóleo profesional, que deberán solicitarse a través de la Agencia Tributaria entre el 1 de febrero y el 31 de marzo, y que se abonarán en un único pago.

La bonificación se calcula estimando el consumo, por tipo de vehículo, en un periodo de seis meses desde el 1 de enero. Las ayudas por vehículos oscilarán entre los 3.690 euros para el transporte de mercancías pesado a GLP, GNC o GNL, y los 300 euros para los vehículos con alquiler de conductor (VTC).

Tal como ha adelantado Sánchez, para los agricultores también habrá una ayuda directa de hasta 20 céntimos por litro, mediante la devolución del impuesto especial de hidrocarburos, una medida que tiene un coste de 240 millones de euros. Para los pescadores se concederán 120 millones en ayudas directas.

Para el transporte marítimo regular de interés público de competencia autonómica y estatal, se ha aprobado una subvención de 0,137 céntimos por cada milla navegada por tonelada de arqueo bruto, con una duración de seis meses prorrogable por otros seis. En este caso, se establece como requisito que en la operación de la línea el buque emplee en sus motores principales exclusivamente combustibles de bajo contenido de azufre.