Al Euríbor actual le quedan cuatro meses y eso afectará a nuestras hipotecas. "Se está pensando en cambiarlo por algo más realista, que en principio mejoraría la situación del consumidor", explica Ekaitz Loroño, abogado de 'Loroño Abogados'.

El pasado mes de febrero, el indicador se situó por primera vez en la historia en negativo y la previsión es que su caída vaya a más. Malas noticias para los bancos, pero la decisión de cambiar el índice viene de 2014 y su objetivo, según las entidades, es que el cálculo sea más real y deje de basarse en estimaciones. "Hay que esperar, pero en el momento en que se produce el cambio nos parece raro", explica Rubén Sánchez, portavoz de FACUA.

Ahora, el Euríbor mide el interés medio al que los bancos estiman que se prestan dinero entre sí. El que entra en vigor en julio añadirá como referencia los préstamos a grandes empresas, aseguradoras, instituciones públicas, fondos de pensiones y pymes no financieras.

Así, es probable que lo que pagan los hipotecados varíe. Las asociaciones de consumidores prefieren esperar. "Las entidades financieras tendrán que explicar muy bien las cláusulas referentes al Euríbor", explica Juan Ignacio Navas, abogado.

Para la Asociación Española de Banca, el cambio tal y como está planteado, no tiene por qué modificar las condiciones para los clientes.