Mariluz está luchando para que Abanca le devuelva lo que pagó de más por la cláusula suelo, pero al enterarse de que ese dinero no saldrá del banco, sino de los impuestos de todos, se indigna: "Trabajaron con nuestro dinero y ahora tiran de nuestro dinero, otra vez".

Porque en el momento de la compra de la antigua NovaCaixaGalicia se incluyó una cláusula que obliga al FROB y exime a Abanca de hacerse cargo de las devoluciones. "Cedemos al Estado porque pagamos impuestos y por otro lado tenemos que rescatar a los bancos", cuenta Ana Belén Folgar, secretaria general ADICAE Galicia.

Rescatar Novagalicia Banco costó 9.000 millones de dinero público. En diciembre de 2013, Juan Carlos Escotet se quedó con el banco por 1.000 millones. A cambio, el FROB asumió el 85% del pago a los preferentistas (unos 500 millones) y a los afectados por las cláusulas suelo, lo que podría sumar otros 500 millones más y dejar en cero el dinero recuperado.

Además, solo en su primer año tras la compra, 2014, los nuevos propietarios se embolsaron un beneficio neto de más de 1.100 millones. un negocio redondo. "Tenia que haber analizado si era mejor hacer una liquidación ordenada de esta entidad o inyectar tanto dinero a la banca", explica Rafael Sambola economista EADA.

Ese agujero en Abanca, antes novacaixagalicia, lo provocaron, entre otros, sus exdirectivos, condenados por autoadjudicarse millonarias indemnizaciones por prejubilación sin ningún pudor.