Osso de Siò, un pueblo de apenas 240 habitantes, es uno de los dos únicos municipios de toda Cataluña que se acogió al Plan de Rescate del Gobierno.

Pero su alcalde, de CiU, ha dado marcha atrás: “A nadie le gusta que le digan que le rescatan” afirma Josep María Pedró, su alcalde.

El Gobierno les concedió un crédito de 35.000 euros al que han renunciado para evitar que se especule sobre sus cuentas: “Pensamos que era un plan general que se acogía todo el mundo pero después ha resultado que solo nos hemos acogido dos ayuntamientos”.

Sorprende que un 75% de los ayuntamientos españoles con problemas financieros haya rechazado el rescate. Sólo un centenar de entidades locales ha pedido auxilio.

El alcalde de Carrión de los Céspedes, de IU, no tuvo alternativa. Su ayuntamiento acumula una deuda de 4 millones de euros.

A cambio el Gobierno controlará la gestión municipal, un peaje que muchos municipios no están dispuestos a pagar.