Parece que Usain Bolt está disfrutando de lo lindo de su retiro como deportista. El jamaicano, que lleva desde enero en plena jubilación del atletismo y del fútbol, tras esos años en los que disfrutó pegando patadas a un balón, ha vuelto a correr para inaugurar el Estadio Olímpico de Tokio... y lo ha hecho con algún kilo de más.

Porque el medallista olímpico tiene la típica tripita del que se ha dejado llevar después de años y años en la más alta competición. Con todo, ese particular estilo y esa zancada siguen presentes en su forma de correr.

A buen seguro, de proponérselo, podría volver a ser el más rápido del mundo en los próximos Juegos Olímpicos.

Usain Bolt es uno de los deportistas más grandes de todos los tiempos. El jamaicano tiene once títulos mundiales y ocho olímpicos en una carrera en la que además tiene en su haber los récords mundiales de 100 metros, de 200 metros y de 4x100 metros en relevos con Jamaica.

Sin duda será una de las grandes ausencias para Tokio, pero no ha querido perderse la inauguración del estadio en el que se vivirán grandes momentos en los Juegos Olímpicos que se disputarán en Japón.