El Kansas Jayhawks, equipo universitario, vivió una situación de auténtico pánico en su vuelo de vuelta desde San José. Los jugadores, que venían de disputar un partido, tuvieron que regresar tras incendiarse uno de los motores del avión que les llevaba a casa.
"Hubo nervios y miedo. Tuvimos suerte de que pasara en 20 ó 25 minutos tras despegar porque de haber llegado a las montañas no habría sido fácil aterrizar", dijo Bill Self, entrenador.
Y es que tuvieron que dar media vuelta tras prenderse fuego el motor de su avión y realizar un aterrizaje de emergencia en San José.
Finalmente, pudieron volver a sus casas al día siguiente.