Conor McGregor ha cambiado por completo en apenas 18 meses. El luchador, que triunfó en el octógono al ser el único en lograr dos cinturones de campeón a la vez en dos categorías diferentes, ha vuelto tras un tiempo en los infiernos en el que incluso llegó a ser detenido. Ahora, parece ser todo un 'angelito'.

Y es que el irlandés era tan o más conocido por lo que hacía fuera del octógono que por lo que hacía en él. Por cosas como, por ejemplo, pegar a un anciano que rechazó su whisky o por romperle el móvil a un aficionado que le estaba grabando.

Además, su pasión por el dinero hizo que se olvidase de las artes marciales mixtas para centrarse en su combate de boxeo con Floyd Mayweather, donde ingresó una enorme cantidad de pasta. Eso sí, ahí sumó su primer K.O. técnico y comenzó su caída.

Le tiró vallas y cubos de basura al coche de Khabib, su principal rival. El ruso, además, le propinó una brutal paliza que parecía había terminado por completo con el escocés. Pero no, ha estado solo 18 meses para reflexionar y volver.

Para parecer otra persona completamente diferente. Y es que ahora, con ganas de regresar al octógono, ha reconocido incluso que el dinero no es lo más importante.