Daniil Medvedev sigue adelante en el Open de Australia. Siempre acompañado de polémico. En su victoria contra el finlandés Emil Ruusuvuori lanzó su raqueta contra su propio banquillo, derribando las botellas que tenía allí colocadas.

El ruso recibió un 'warning' por parte del juez de silla, aunque no pareció importarle. Una nueva salida de tono muy habitual en su tenis.

Medvedev sufrió de lo lindo. Necesitó cinco sets para pasar a la siguiente ronda. Aunque en el último arrasó con un contundente 6-0. Y estará en la tercera manga del Abierto de Melbourne.