Normalmente en las pistas es habitual que el público guarde silencio para que los jugadores no pierdan la concentración en momentos decisivos. No fue así en el partido que enfrentaba a Stefanos Tsitsipas contra el estadounidense Ben Shelton.

En medio de la segunda manga, cuando el partido iba 7-6, 3-4, el tenista heleno notó muy cerca de él el zumbido de una abeja, pero muy pronto se dio cuenta que no se trataba de un insecto, sino de una señora del público que estaba en las primeras filas de la grada.

Tsitsipas no aguantó más y se fue a decírselo al juez de silla para que pusiera orden: "Nunca sucedió en mi carrera. Estoy a punto de servir y todo lo que escucho es su zumbido".

El árbitro le respondió: "¿Sabes quién es?", y el griego señaló a una mujer que miraba perpleja pero con cara de culpabilidad: "Es esa señora". El bueno de Stefanos acercó a ella con calma y la situación se resolvió de la mejor forma posible.

Después de ese incómodo momento para Tsitsipas remontó el set y ganó el partido con un doble 7-6. Ya está en octavos de final del Masters 1000 de Cincinnati.