Tiene 33 años y si buscan sus logros en internet, comprobarán que el cursor del ratón puede desencajarse antes de terminar de completar la lectura. Porque Nadal es así. Se ha pasado el juego. Y por eso cada vez que acude a un acto y habla, el aura de leyenda ya está adherido a su persona.

Hoy, en Madrid, tras llevarse la correspondiente ovación, el mejor tenista de nuestra historia ha hablado sobre la realidad: "Por desgracia, estoy en la fase final de mi carrera". Esa es su actualidad, y por ende, la nuestra. Porque tras alzar el último US Open en una demostración de tenis y competición legendarias, la reciente lesión en la 'Laver Cup' vuelve a poner en alerta a todo aficionado.

El último año, a pesar de su muñeca izquierda, ha sido bueno, casi perfecto teniendo en cuenta edad y bagaje. Dos 'Grand Slams', en París y Nueva York, nos han devuelto al mejor Nadal. Uno que hoy en Madrid piensa en que no queda mucho para su retirada mientras se olvida que sigue dominando el mundo.