España se jugaba el pase a semifinales de la ATP Cup frente a Bélgica y una increíble remontada cuando todo parecía acabado hace que continúen en la competición.

La pareja belga formada por Sander Vliegen y por Joran Gille tenían gran conexión en la pista a diferencia de Nadal y Carreño, que pese a ser mejores jugadores, no se compenetraban bien. Y es que la última vez que habían jugado juntos fue hace tres años en Pekin cuando se llevaron el Open de China. Mientras los belgas daban un recital, Nadal y Carreño iban a remolque.

Pero a pesar de todo nada ni nadie puede engañar a Nadal, que con su vista de halcón pidió el VAR porque estaba seguro de que el remate de Bélgica había sido ilegal. Y así fue, la raqueta cruzó la red y por tanto era punto para España.

Con esto consiguieron forzar 'super tie-break' y Nadal lo celebró con rabia desde el banquillo.

A partir de este momento todo fue esfuerzo y agallas hasta que consiguieron remontar el partido logrando así el pase a semifinales, donde se enfrentarán a Australia. Un partido que terminó 6-7(7), 7-5 y 10-7, y que Nadal lo celebró bailando.