Hay que remontarse hasta el 2 de febrero de 2020 para ver a Rafa Nadal como número 1 del mundo en tenis. Desde entonces, el balear no ha caído del 'top 10', pero tampoco ha estado tan cerca de volver a la cima como ahora.

Sin disputar un partido desde el 6 de julio, día en el que ganó a Taylor Fritz en los cuartos de Wimbledon con una rotura abdominal, el ganador de 22 grandes regresa a las pistas después de perderse la semana pasada el Masters 1.000 de Montreal por una recaída de su lesión.

En Cincinnati, Nadal puede volver a ser número 1 del mundo, algo que él mismo afirma no haber esperado hace unos meses.

"Significa mucho para mí tener la opción de ser número uno. Es algo que no esperaba y puede volver a darse", ha señalado en la previa del torneo.

"Mi prioridad a estas alturas de mi carrera es estar sano y jugar los torneos que quiero jugar. No jugaré más de lo que crea que sea bueno para mi cuerpo. Estoy contento de tener la opción de regresar al número uno", ha añadido.

Para ello, Rafa debe ganar el torneo, el que será su 37º Masters 1.000 (igualaría a Novak Djokovic), y que Daniil Medvedev, actual cabeza de ranking, no pase de cuartos de final.

La andadura del vigente ganador de Roland Garros arrancará este miércoles contra el ganador del duelo clasificatorio entre Lorenzo Musetti y Borna Coric.

En semifinales podría verse las caras contra su compatriota Alcaraz, con el que empata en duelos directos este año (Rafa le ganó en Indian Wells y Carlos en Madrid).