De menos a más. Ese es el objetivo de Rafa Nadal en Wimbledon. Ganó en primera ronda a Francisco Cerúndolo en cuatro sets, sufriendo en el tercero pero sacando su mejor tenis en la cuarta manga.

Volvió el balear a disputar un partido oficial después de conquistar Roland Garros, después de esos problemas físicos que le obligaron a aventurarse a un tratamiento que parece haber salido a la perfección.

Porque Nadal arrancó a la perfección en la hierba de Wimbledon. Debutó en una Pista Central entregada, deseosa de ver lo que es capaz el ganador de 22 Grand Slams, dos por encima de Roger Federer y Novak Djokovic.

Y Rafa no defraudó en ese inicio. Desde el principio veloz, buscando el juego profundo y con primeros saques. Así controló la primera parte del partido ante el argentino Francisco Cerúndolo, al que derrotó en cuatro sets (6-4, 6-3, 3-6 y 6-4 ).

El primero lo ganó por 6-4 y el segundo, por 6-3 mucho más superior. Muy sólido el segundo cabeza de serie de Wimbledon en su debut en esta primera ronda.

Mucho le queda por caminar a Nadal este torneo. Siempre de menos a más en Wimbledon. Una superficie que nada tiene que ver con el resto y en el que el tenis se juega de una manera diferente.

En el tercer set, Cerúndolo prometió guerra. Recuperó el break y mostró entonces su mejor tenis. No quería el argentino abandonar la Pista Central y forzó la cuarta manga con un contundente 6-3. Pero en el cuarto se vio al mejor Rafa de nuevo en pista. A segunda ronda de Wimbledon.