Rafa Nadal no podía reprimir la enorme emoción que le invadió tras vencer a Novak Djokovic en la final de Roland Garros. El tenista manacorí recogió el trofeo y escuchó el himno de España con lágrimas en los ojos y la mirada al cielo, como el que logra su objetivo después de un inconmensurable esfuerzo.

Y es que, lo más normal de 2020 ha sido, una vez más, Rafa Nadal. El número 2 del mundo logró su victoria número cien (en 102 partidos disputados) en el torneo galo e igualó a Roger Federar como el tenista con más Grand Slam en su haber, fijado el récord en 20.

Una vez que digirió el logro, Nadal quiso pasarse por las redes sociales para dejar un emotivo mensaje de agradecimiento a sus seguidores.

"Ha sido un día largo pero a la vez muy feliz ganar aquí en Roland Garros significa mucho para mí y todo el mundo lo sabe. Es verdad que la situación en el mundo es terrible y estoy súper triste de jugar el torneo con sólo 1.000 personas y con muchas restricciones. Para mí ha sido un día inolvidable, pero la felicidad no es completa por los duros momentos que estamos experimentando. Quiero dar las gracias a todo el mundo por el apoyo y me gustaría mandar un mensaje de apoyo a todo el que está luchando contra el virus. Espero que la situación mejore pronto", señaló en un primer momento el "rey", como dijo Djokovic, de la tierra batida.

A su vez, Nadal quiso incidir en lamentar la situación sanitaria, que le ha privado de estar arropado por su afición en Francia, aunque queda claro que el balear ha sentido el calor de su gente a pesar del frío parisino.

"Mil gracias a todos los que me habéis estado apoyando estas dos semanas. Desgraciadamente hemos podido estar menos en contacto, pero, sin ninguna duda, el cariño y el apoyo que me mandáis es incondicional y sólo puedo daros las gracias por todo. Confiemos que la situación en España vaya a mejor ya que estas últimas semanas están siendo muy complicadas. Esperemos que pronto podamos volver a vivir en un mundo que sea más feliz que el que estamos viviendo en estos momentos. Un abrazo a todos", zanjó Nadal con una sonrisa que se antojaba imborrable en su rostro.