Si atendemos al testimonio de varios tenistas, Carlos Alcaraz suele ser un jugador muy incómodo para la mayoría. Sin embargo, el murciano al igual que es bestia negra, también tiene una.

Jannick Sinner es sin duda uno de los jugadores que en más aprietos pone al murciano. Por lo general, el número seis del mundo es un jugador muy notable pero cuando se enfrenta a Carlitos es excelente.

La principal razón es su estilo de juego. Sinner utiliza mucho el duelo plano contra plano para utilizar la potencia del golpe del rival en el suyo y sacar a relucir la velocidad de su muñeca. Además, maneja muy bien los tiempos del partido.

Alcaraz lleva en su genética ir a por el punto siempre, atacar. De hecho es en el momento de defenderse donde no se encuentra tan cómodo. Al tener ese anhelo constante de ir a por el punto, Carlitos intenta igualar la potencia de bola de Sinner y es ahí donde cae en el juego de planos, justo donde quiere el italiano.

La solución para Alcaraz sería ir variando tanto velocidades como alturas en los puntos e intentar sacar a Jannick del fondo de la pista, donde es muy peligroso y se encuentra muy cómodo. Prueba de ello es Daniil Medvedev, que como Sinner con Carlitos, es la bestia negra del italiano (a pesar de que le derrotó en la final de Pekín) y le ha ganado los seis partidos que han disputado.

Además del incómodo juego de Sinner, Alcaraz juega con otra gran losa cuando se enfrenta a Jannick, las bolas de 'break'. Según datos del ATP, el murciano tiene un porcentaje de roturas del 41,1%, uno de los mejores promedios del mundo.

Sin embargo, ante Sinner la estadística baja a un poco más de la mitad, un 26,7%. O lo que es lo mismo, un total de 19 puntos de break en 71 oportunidades.