El Open de Australia, uno de los Grand Slam más importantes del planeta, parece tener una difícil relación con el tenis español. Hasta siete tenistas españoles han accedido a la final del torneo australiano en doce ediciones distintas, siendo Rafa Nadal el único que ha podido alzarse con el título en una ocasión, pero habiendo caído en otras cuatro ocasiones.

El 'gafe' comenzó con Joan Gisbert en 1968. El catalán perdió contra William Bowrey por 7-5, 2-6, 9-7 y 6-4 en un partido frenético y abrió la veda. Un año después, Andrés Gimeno tampoco pudo levantar el trofeo tras perder frente a Rod Laver por 6-3, 6-4 y 7-5.

En las ediciones de 1994 y 1995, Arantxa Sánchez Vicario llegó a la final, pero no tuvo opción de ganar ni siquiera un set. Ya en 1997, Carlos Moyá sucumbió ante Pete Sampras en tres sets, mientras que el año siguiente, Conchita Martínez, no pudo doblegar a Martina Hingis.

Once años después, en 2009, llegaría la única victoria de un tenista español en el Open de Australia. En aquel año, como no, el título llevó la rubrica de un intratable Rafa Nadal, que venció a Roger Federer por 7-5, 3-6, 7-6 (3), 2-6 y 6-2.

En las temporadas correspondientes a 2012, 2014, 2017 y 2019, el tenista manacorí también alcanzó la final pero no pudo alzarse con el trofeo, que acabó en manos de Novak Djokovic, Stan Wawrinka, Federer y 'Nole', respectivamente.

En la edición de este año, la maldición la recaído sobre Garbiñe Muguruza, que ha visto como, tras vencer en el primer set, la estadounidense Kenin le remontaba con suma autoridad.

De tal manera, el torneo australiano se le resiste a los tenistas españoles, y sobre ellos pesa un 'gafe' que, tristemente, parece estar cogiendo tintes costumbristas a pesar del buen nivel que los españoles denotan en este deporte. Sin embargo, como se suele decir, las estadísticas están para romperlas, y seguro que el tenis español volverá pronto a levantar el prestigioso título australiano.