Participar por primera vez en Roland Garros es uno de los grandes sueños de los jóvenes tenistas. Pero a veces este sueño se puede convertir en una auténtica pesadilla.

La joven Katarina Zavatska lo vivió en primera persona, en su primera aparición en el torneo parisino a sus 20 años. El motivo fue que se quedó sin raquetas tras romper las cuerdas hasta en tres ocasiones.

Y entonces se vino abajo. Acudió a su banquillo, consciente de que no le quedaba más material, con lágrimas en los ojos. Su entrenador trató de calmarla desde la grada y le facilitó otra raqueta. Aunque, eso sí, de un modelo completamente diferente.

Tanto que la joven ucraniana no se amoldó a su nueva herramienta y no logró sumar ni un solo punto en el último set, que perdió por 6-0 ante la holandesa Kiki Bertens.

El sueño de Zavatska mutó en pesadilla, pero a sus 20 años volverá a tener la oportunidad de jugar sobre la tierra de París. Uno de los escenarios con más historia del mundo del tenis.