"¿Por qué estás aquí viéndome una noche de domingo? ¿No tienes nada mejor que hacer esta noche?". Este 'dardo' de Nick Kyrgios a un aficionado puede representar a la perfección los anómalos comportamientos de este tenista no exento de talento sobre una pista que ahora deberá someterse a seis meses de control psicológico.

Un tipo que no tiene problemas en 'romper' la cuarta pared con el público o en decirle a un juez de silla que es "el p... peor juez de la historia".

No hay límite para alguien que sobre cualquier terreno y en cualquier instante del encuentro puede comenzar a pasar la bola por debajo de sus piernas, darse la vuelta y agacharse o burlarse del mismísimo Roger Federer en la reciente 'Laver Cup'.

Rafa Nadal ya lo dijo una vez: "Es un jugador que en teoría tiene el talento para ganar Grand Slam pero que le falta un poquito de respeto para el público, para el rival, y para sí mismo".

Y de poco pareció servirle este consejo al díscolo jugador a juzgar por sus últimos encontronazos con el manacorí, donde incluso en el último Wimbledon, Kyrgios aseguró haber intentado golpear a Nadal a propósito en pleno partido.

El extenista Jordi Arrese asegura que Kyrgios "no es un buen ejemplo", mientras que si antendemos a las últimas polémicas del jugador podemos recatar su ya célebre "La ATP es bastante corrupta" o el día que decidió ir contra todo y contra todos en el último US Open, cuando saltó a la pista con el cuello de su camiseta levantado y un mensaje, "sólo tú", que la organización le obligó a eliminar pero que dejó a la luz de todo el mundo, en Nueva York, el incontenible carácter del tenista 'único', del australiano Nick Kyrgios.